1. Usted ha escrito libros, especialmente “Bésame mucho”, que son verdaderos alegatos de la crianza natural e instintiva de los bebés, que reivindican el cariño, el contacto y el respeto a los ritmos de los pequeños. ¿Por qué cree que es necesario recordárselo a los padres?
Lamentablemente, a lo largo del siglo pasado se difundieron una serie de prohibiciones en cuanto a la crianza de los niños “no lo cojas en brazos, que se malcría; no te lo metas en la cama o no saldrá jamás; no permitas que se salga con la suya…”. Como pediatra veía a muchos padres deseando abrazar, consolar, atender a sus hijos, pero que no se atrevían a hacerlo porque un profesional, o un libro, o un familiar, o una opinión más o menos generalizada les había hecho creer que le producirían “un trauma” o “una dependencia”, o que se convertiría en una especie de monstruo egoista o “pequeño tirano”.
Escribí el libro para mostrar a los padres que no pasa nada, que pueden amar a sus hijos, y demostrárselo, y disfrutar de ellos.
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