Los niños superdotados son aquellos con grandes capacidades intelectuales. La explicación, eso sí, sigue siendo motivo de controversia y discusión porque corre paralela a la definición de lo que es la inteligencia. Para cifrarlo en un número, suele indicarse que aquellas personas con un coeficiente intelectual (CI) superior a 130 -la media está en 100- pueden ser unos superdotados.

El CI, en todo caso, es una característica necesaria, pero no suficiente. Otro rasgo de la sobredotación es el desarrollo temprano en el aspecto intelectual. Esa precocidad, sin embargo, no tiene por qué ir pareja a un desarrollo emocional y psicológico, por lo que es usual que los niños superdotados tengan problemas de autoestima o de adaptación social. De hecho, también es habitual que las niñas con sobredotación escondan sus talentos académicos para ser no ser rechazadas socialmente. La madurez intelectual también provoca que muchos superdotados se sientan más cómodos en compañía de adultos que de otros niños.

En su mayoría, los niños superdotados suelen tener intereses muy concretos y les reconforta relacionarse con otros individuos a los que les gusten las mismas cosas. La curiosidad es otro de los rasgos distintivos de los niños superdotados, pero también el temor al fracaso, la prudencia y la sensibilidad hacia las formas de violencia e injusticia.

Para saber más, recomendamos consultar el texto divulgativo de Psicodiagnosis, que incluye la periodización de las áreas de desarrollo en los bebés y niños superdotados.