Los animales más peligrosos (15): el dragón de Komodo
El mayor lagarto que habita la Tierra es también una de las bestias más peligrosas que existen. Con más de tres metros y con pesos que rondan los 130 quilos, los dragones de Komodo son, además, mortíferos cazadores con afilados dientes envenenados y una velocidad y potencia enormes.
Los dragones de Komodo son principalmente carroñeros, pero también cazan grandes mamíferos, como cerdos, búfalos o ciervos el doble o el triple de pesados que ellos. Sus mordiscos en el cuello y los golpes de su potente cola son sus mejores armas, pero además posee garras poderosas con uñas afiladas y una fuerza enorme en todo su cuerpo, que le permite saltar hasta la yugular de sus presas, por grandes que sean.
Pero vale la pena centrarse en el veneno de sus mordeduras. La sustancia que tienen sus dientes les provoca a las presas en quienes se clavan los colmillos un mayor flujo de sangre. Así, la mordedura de los dragones, que no es especialmente fuerte en comparación con otros depredadores, provoca entonces peligrosas heridas que terminan por matar a la víctima porque terminan desagradas y sin energía.
Son, probablemente, los depredadores más peligrosos de Indonesia, tanto por su fuerza como por su extraordinaria agresividad. Ya sea en compañía de otros dragones, ya sea en solitario, los dragones llegan a ingerir cantidades de carne casi equivalentes a su propio peso, lo que les obliga a descansar durante horas.