Propuestas para mejorar la educación (8): premiar a quienes mejoran
Actualmente, los aumentos de sueldo de los profesores y maestros dependen en exclusiva de la asunción de nuevas responsabilidades y de su antigüedad en el oficio. Pongamos en duda este criterio y preguntémonos si no podríamos condicionar las subidas de salarios a las buenas prácticas profesionales.
No se trata de valorar a los profesores en función de las notas de sus alumnos, porque sería injusto: no todas las escuelas ni todas las clases on igual de "fáciles" o "agradecidas". De lo que se trata es de valorar la atención al alumnado, la innovación, el cumplimiento de los objetivos y la consecución de resultados, que no deben ser para todos los profesores los mismos, por supuesto.
Ahora que se han anunciado los recortes en la enseñanza podría ser una buena oportunidad para introducir este tipo de incentivos. En algún momento, los sueldos volverán a subir: ¿por qué no subirlos según méritos, en lugar de según antigüedad?
Sin entrar a criticar que la experiencia debe ser un activo a valorar en los maestros y directivos, esta variable no puede ser la única. El resultado, según dicta la teoría económica, es que los trabajadores sin incentivos se acomodan, dejan de innovar y rinden menos. Sucede con la mayoría de las personas. Si introducimos la valoración a los profesores, en la que podremos chequear los objetivos que establezcamos, podremos tener criterios para mejorar las condiciones de los profesores según objetivos.
Por supuesto, el incentivo no tiene por qué ser meramente económico. La ciencia ha demostrado que, en tareas creativas, las bonificaciones económicas no son las más eficientes para los trabajadores. Tal vez los profesores preferirán ser premiados con otras ventajas, como una mayor flexibilidad de horarios, nuevos recursos a su disposición (humanos o materiales) o la posibilidad de realizar actividades extraordinarias con los alumnos, como clases fuera del aula y el colegio, invitación de conferenciantes o visitas a museos. Si el profesor se lo ha ganado, significa que podemos darle mayores responsabilidades, especialmente si redundan directamente en una mejor docencia.