La entrevista con el profesor: una oportunidad
Una conversación entre padres y educadores debería ser una oportunidad para obtener una información fundamental sobre la trayectoria académica y vital de nuestros hijos. La primera norma debería ser que no nos debe causar temor o ansiedad la comunicación con los maestros.
Justo con el mismo nivel de importancia debemos mantener un absoluto respeto por la autoridad del profesor por mucho que no compartamos sus opiniones: su figura es referencial para nuestros hijos y es fundamental que noten que padres y docentes vamos a una.
Antes de una reunión con el profesor es muy importante saber qué opina nuestro hijo de él. Nos interesan las cosas buenas y las malas, porque nos sirven para hacernos una idea de sus sentimientos, pero debemos saber relativizar los criterios que tiene un niño y no ponerlos por encima de la autoridad del docente.
Igualmente, una vez con el tutor, lo ideal es que el flujo de información sea bidireccional: igual como nosotros debemos poder salir del encuentro con una idea sobre el comportamiento en clase y su nivel académico en lectura, escritura y matemáticas, tenemos el deber de notificarle al maestro informaciones que podrían serle de utilidad sobre el entorno de nuestro hijo. Su relación con los hermanos, si dedica mucho tiempo a actividades extraescolares, si duerme y come con normalidad, si recientemente ha muerto algún ser querido, etc.
Finalmente, debemos ser permeables a las recomendaciones del profesor sobre las áreas de mejora de nuestros hijos y dejar la puerta abierta a una comunicación fluida... sin agobiar al maestro. Es importante no invadir su vida no profesional.
El objetivo de las reuniones y entrevistas con los profesores es formar vínculos con los que trabajar juntos y tendrán éxito si consiguen llegar a acuerdos sobre cómo ayudar a sus hijos a sacar lo mejor de ellos mismos.