En la ciudad de París, en 1977 vive
una niña de 11 años llamada Stella. Lúcida, curiosa y cautivadora, comienza un nuevo curso en una escuela secundaria con mucho prestigio. Ante sus ojos se abre un nuevo mundo y una nueva forma de afrontarlo, lejos de lo que hasta ahora conocía: el bar que regentan sus padres, un refugio humilde donde van amigos y personas de la clase trabajadora del extrarradio de París. En el bar, comparte con esas personas partidas de póquer, de billar, películas, fútbol, bailes y música... pero todo pertenece a un mundo de mayores.
El nuevo colegio será complicado para Stella,
la gramática y las matemáticas no se le dan nada bien, ¡como nos pasaba a la mayoría! Allí se hará muy amiga de una niña de su clase, la hija de una pareja de argentinos, y gracias a ella llevará mejor su día a día en clase.
A partir de su entrada en el nuevo liceo, vivirá y descubrirá muchas cosas nuevas, su primer amor, las dificultades de empezar la adolescencia, un nuevo mundo que le hará abrir los ojos y pasar de ser una niña a una pequeña mujercita. Una película
llena de ternura, cotidiana, sencilla y emocional que nos muestra un París diferente.