Mónstruos de leyenda: el Big Foot
Dice la leyenda que en el norte de América existe un grupo de criaturas mayores que los humanos y con pelo por todo el cuertpo. Son, según se dice, salvajes con apariencia de simios que andan sobre dos patas, con alturas parecidas a un pívot de la NBA, constituciones fuertes y cresta en la cabeza.
Los pies del Big Foot pueden llegar a medir medio metro, por lo que se ha podido ver en las huellas que se han encontrado, y quienes dicen haberlo visto cuentan que tiene los ojos muy juntos y un frente enorme. Algunos dicen que el pelo es de color rojizo y otros lo pintan como oscuro o marrón. Quienes cuentan que han tenido alguno cerca explican que, además de su imponente tamaño, huelen mal, como a sudor muy fuerte y a heces.
Como sucede en estos casos, es muy complicado hacer fotografías o captar vídeos que demuestren su existencia, y los restos que se han encontrado de él, como huellas o heces, no convencen a todos los científicos. Por supuesto, jamás se ha capturado un ejemplar. Podría tratarse de una bestia tímida que huye de los humanos, pero también pudiera ser una leyenda.
El Big Foot, también llamado Pies Grandes o Sascuatch probablemente es, con el Yeti o el Mónstruo del lago Ness, la criatura legendaria más conocida del mundo. Se cree que, si existieran el hombre de las nieves y el sasquatch, seguramente estarían emparentados y procedieran de una misma especie, que habría pasado desde Asia a Norteamérica durante la glaciación, cuando ambos continentes estaban unidos por el estrecho de Bering, en Alaska.
Desde el siglo pasado ha habido noticias de avistamientos en todos los Estados Unidos y en el Canadá, especialmente en las zonas donde habían vivido los indígenas.