Cómo proteger la piel de los niños del sol
Hay pocas dudas acerca de los riesgos de la exposición al sol de los pequeños, y ahora que llegan los meses más calurosos y las horas y horas a la intemperie en la playa, en el patio o en el campo, es necesario tener claro cómo proteger a los niños del sol.
Hay distintas partes del cuerpo a proteger:
- La cabeza es lo más importante, por lo que es altamente recomendable cubrirlos con gorras o sombreros siempre que sea posible.
- Los ojos también sufren por el efecto del sol. No solo los adultos necesitamos gafas de sol, por lo que es interesante poder buscar unas gafas de sol adecuadas para ellos que les protejan los ojos.
- Para la piel existen cremas solares específicas para bebés y otras para niños, pero lo habitual es que sean de más de 45. Lo ideal es embadurnarlos cuando han sudado o después del baño.
- Finalmente, los pies también suelen estar expuestos al sol, ya que es habitual andar con sandalias, chanclas o directamente descalzos.
Hay que tener en cuenta que la piel mojada es mucho más vulnerable a las quemaduras, ya que las gotas de agua hacen un efecto lupa sobre la piel. A pesar de que instantáneamente provoca una sensación de alivio del calor, echarse agua por encima o bañarse es una equivocación si no lo acompañamos de una aplicación de crema solar o no nos secamos después.
En este sentido, lo verdaderamente productivo es demostrárselo con algún experimento casero: los niños aprenden cuando viven y experimentan, no solamente cuando les explicamos las cosas.
Finalmente, es muy recomendable acudir con sombrilla a la playa siempre que se pueda y evitar la exposición entre las 11 y las 15 horas de la tarde, ya que es el periodo del día con una iluminación más directa del sol.