La pobreza infantil llega a las clases medias
Cada vez más niños y niñas se encuentran bajo el listón de la pobreza, algo que han notado especialmente las oenegés dedicadas a la ayuda y la asistencia de los menores empobrecidos. Un reciente artículo de El País sobre el trabajo de Aldeas infantiles pone sobre la mesa algunos de los novedosos retos a los que se enfrentan las entidades de ayuda a la infancia en situación de riesgo.
Actualmente, España es el segundo país con una mayor tasa de pobreza infantil en la OCDE, que agrupa los países más ricos del mundo, con un 17'2% de los menores sin las mínimas garantías de vivienda, alimentación, salubridad y salud disponibles. Por su parte, UNICEF denunció el pasado año que la pobreza crece sin pausa a causa de la crisis y la ineficiencia de las políticas públicas, que castigan especialmente a los hogares con hijos, que sufren más que nadie el paro y los recortes de derechos y prestaciones.
En el reportaje mencionado, desde Aldeas Infantiles se menciona que los requerimientos de familias pidiendo ropa, alimento y prestaciones para sus hijos se han redoblado y que ahora incluyen a colectivos hasta entonces inéditos, incluyendo hogares de clase media y familias desahuciadas. Afortunadamente, sus responsables celebran la llegada de nuevos socios y donantes de la ONG que, sensibilizados por la crítica situación, deciden donar solidariamente cantidades importantes.
Volviendo a los datos de la OCDE, España ocupa el decimocuarto puesto sobre 24 en bienestar material de los niños, el noveno en educación y el cuarto por atrás en calidad sanitaria. Como los datos laborales son anteriores a 2009, es altamente probable que los indicadores materiales sean mucho menores en la actualidad para España, ya que dependen casi totalmente de los ingresos familiares y la falta de trabajo es una de las principales causas de la pobreza.