¿Letras o Ciencias?
Entre las últimas novedades que ha habido en la situación de la enseñanza se encuentra también la exención de obligar a los institutos de ofrecer un mínimo de dos modalidades de bachillerato en los institutos. En la práctica, la mayoría de centros ofrecían Humanidades y Sociales, por un lado, y Ciencia y Tecnología por otro. Ante el nuevo panorama, se prevé que algunos centros puedan ampararse en esta posibilidad para limitar sus opciones.
La consecuencia más inmediata de esta medida será una partición del alumnado, distribuido casi equitativamente entre las dos modalidades -la artística sigue siendo muy minoritaria-, y que, actualmente, una vez terminada la educación secundaria obligatoria (ESO), podría encontrarse con que debe cambiarse de centro para estudiar lo que quiere.
La medida, sospechan algunos defensores de la escuela pública, podría favorecer un traspaso de estudiantes de la escuela pública a la privada o concertada. La circunstancia se une a la reciente ampliación de un año del bachillerato, que tendrá tres años igual como la ESO. El resultado, en suma, serían dos medidas que fortalecerían el peso de la enseñanza concertada y privada.
Los datos actuales indican que hay un 74% de estudiantes de bachillerato que estudian en institutos, por lo que, como se han planteado determinados sectores de la pública, tal vez el Gobierno haya echado una mano al sector privado, que vé un margen para captar más estudiantes.