Los
viajes largos en coche son muchas veces motivo de nerviosismo, de discusión, de llantos
Los padres nos ponemos muy nerviosos, incluso antes de salir, y esto inquieta también a nuestros peques. Cuando la duración del trayecto es demasiado largo, nuestros hijos se terminan aburriendo, se cansan de estar todo el rato sentados y muchas veces intentarán desabrocharse o empezarán a llorar por lo que debemos buscar alternativas para que el viaje sea
lo más entretenido posible. Y ¿qué hacer?
Una de las soluciones para que ni los padres mientras conducimos ni los peques se cansen es
parar con frecuencia. Si el viaje implica pasar en el coche muchas horas, es mejor parar cada dos y estirar las piernas, que ellos tomen el aire, beban agua, coman algo, igual que a nosotros nos servirá para despejarnos.
Y para que el tiempo en el coche sea más divertido, podemos poner música y ¡cantar entre todos! Pasarnos el viaje
cantando en familia puede ser de lo más entretenido. Es lo que más les gustará. También podemos hacer que nos
cuenten algún cuento que se sepan o jugar a juegos tradicionales como el
veo, veo. Lo más importante, papis, es que os toméis el viaje con tranquilidad y todos lleguéis al destino con ganas de pasar las vacaciones en familia. ¡Y lo mismo para la vuelta!