Como adultos que somos, nos toca la responsabilidad de cuidar de la seguridad de nuestros pequeños y para eso debemos seguir
unas normas y pautas básicas. Si nuestro destino es la playa este verano, una de las cosas más importantes será echarles crema protectora. Si nuestro hijo es muy pequeño aún, el factor deberá ser más alto, también si es de piel muy blanquita. Si se queman, igual que nos pasa a nosotros, lo pasarán mal y ellos también necesitan descansar y divertirse. Si eso sucede, con aftersun y paciencia iremos recuperando el color de la piel. ¡También nos vendrá bien a los mayores!
La
hidratación también será importante, si no les hace gracia beber agua, podéis llevar zumos de distintos sabores con tal de que beban y se mantengan bien hidratados para que no les pase nada.
La fruta también puede ser otra alternativa, contiene mucho agua y además es muy saludable.
Cuando vayan o vayamos todos a
jugar, sobre todo en el mar, será cuando más atentos deberemos estar. Saltar las olas y ver cómo explotan en la orilla es muy divertido pero también puede ser peligroso por la corriente, no los perdáis de vista y no dejéis que entren hasta donde cubre mucho. Y si bajamos a la orilla a jugar a las palas, cada vez que la pelota se escape tendréis que ir vosotros a buscarla. Tomaos las vacaciones con calma y disfrutarlas,
¡son para descansar y pasarlo bien!